SÍDNEY, NUEVA YORK, WASHINGTON – Bangladés se desangró con la fuga de más de 3000 millones de dólares anuales hacia cuentas en paraísos fiscales. Según un informe reciente, cerca de 150 000 millones de dólares fueron desviados del país durante 15 años de desgobierno del régimen cleptocrático de Sheikh Hasina.
Casi 50 000 millones de dólares salieron del país en los seis primeros años (2009-2015) del régimen de Hasina, la primera ministra que fue forzada a renunciar el 5 de agosto y huyó a la vecina India, tras una ola de protestas encabezadas por estudiantes, que fueron respondidas con una inclemente represión que causó cientos de muertos y miles de heridos.
Es necesario actuar con urgencia no solo para detener esta hemorragia mortal, sino también para recuperar la riqueza robada al país.
Corrupciones y transferencias ilícitas de fondos Bangladés ha sido un terreno abonado para la corrupción y la usurpación de dinero público. Un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) de 2011 situaba a Bangladés a la cabeza, junto con Angola, entre los países menos adelantados (PMA) en cuanto a «flujos financieros ilícitos».
La corrupción y las transferencias ilícitas de fondos alcanzaron un nivel sin precedentes durante el régimen autocrático de Hasina, ya que su supervivencia dependía cada vez más de que sus complices y cleptócratas robaran bancos y otras instituciones.
Solo en los bancos se malversaron 8400 millones de dólares por irregularidades, abuso de poder y blanqueo de capitales.
Otra de las principales fuentes de corrupción de los cleptócratas han sido los megaproyectos financiados con ayudas y deuda externa. La evasión fiscal por parte de élites con conexiones políticas ha sido una fuente importante de pérdida de ingresos, estimada en 703 millones de dólares al año.
El Informe Global de Integridad Financiera de 2017 encontró que los flujos financieros ilícitos de Bangladés están los más altos entre los PMA.
De media, entre 2009 y 2018 se blanquearon hasta 8300 millones de dólares al año procedentes de Bangladés solo a través de la facturación comercial fraudulenta, inflando el precio de las importaciones y subvalorando el de las exportaciones.
Además de recurrir a los instrumentos financieros negociables conocidos como «hundi», los delincuentes también utilizan a sus hijos que estudian en el extranjero como «mulas de dinero» para transferir la riqueza adquirida ilegalmente. Diversos sistemas, como el «visado de oro» o la «segunda residencia» en países de destino como Canadá, Portugal, Australia, Malasia o Dubái, también facilitan el blanqueo de la riqueza obtenida ilegalmente.
Se ha informado de que 252 burócratas, policías y otros funcionarios bangladesíes compraron casas en Estados Unidos blanqueando el dinero del país. Los bangladesíes encabezan la lista de compradores extranjeros de inmuebles en Dubái.
En Canadá, un área denominada como «Begumpara (paraíso de la reina)» se ha convertido en el “paraíso prohibido” de los bangladesíes ricos, mientras en Reino Unido tan solo un exministro del régimen de Hasina posee 350 propiedades, por valor de unos 264 millones de dólares.
La riqueza financiera extraterritorial de los bangladesíes se estima que alcanza 0,7 % del producto interno bruto (PIB) del país. La transferencia ilícita de fondos desde Bangladés se estima que representa 2,2 % de los ingresos totales del país en el año fiscal 2019-2020, y priva a Bangladés de ingresos anuales por valor de más de 700 millones de dólares.
La cleptocracia o el gobierno de ladrones
Bajo el mandato de Hasina, las instituciones estatales sirvieron a las élites del régimen o a los cleptócratas para explotar a los ciudadanos. Esto socavó las normas democráticas y debilitó los cimientos de la economía. Los cleptócratas suelen esconder sus ganancias mal habidas fuera del país.
Si el dinero mal habido se hubiera quedado e invertido en el país, la economía al menos se habría beneficiado, aunque a costa de aumentar las disparidades y la mala gobernanza.
Sin embargo, con una salida ilícita de fondos tan grande, el país tiene lo peor de ambos: una economía cada vez más precaria, incapaz de crear empleos productivos y decentes para una población joven cada vez mayor, y una desigualdad de ingresos y riqueza que crece rápidamente hasta alcanzar un nivel detestable, mientras que todas las instituciones del Estado están capturadas por los partidarios del régimen.
Recuperar la riqueza robada para el desarrollo sostenible La corrupción y las transferencias ilícitas de fondos son un importante lastre para el desarrollo. Por ello, la recuperación de activos está incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el Objetivo 16.4 y en los compromisos de la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo.
La recuperación de activos robados es un principio fundamental de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. El capítulo V de la Convención establece un marco para la devolución de activos robados, exigiendo a los Estados parte que adopten medidas para restringir, incautar, confiscar y devolver el producto de la corrupción.
Sin embargo, no existe una única autoridad internacional responsable de recuperar el dinero blanqueado.
Varios mecanismos e instituciones colaboran para abordar esta cuestión. Existe una serie de leyes y convenios internacionales que pueden utilizarse para reclamar el dinero blanqueado. Estos acuerdos proporcionan un marco para la cooperación entre países en la lucha contra el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y otros delitos financieros.
Bangladés puede solicitar ayuda a las Naciones Unidas, el Banco Mundial e Interpol. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y el Banco Mundial cuentan con una Iniciativa conjunta para la Recuperación de Activos Robados (StAR, en inglés) para apoyar los esfuerzos internacionales destinados a acabar con los refugios seguros para fondos corruptos.
Desde su creación en 2007, la Iniciativa StAR ha prestado asistencia a más de 35 países en la elaboración de marcos jurídicos, la creación de la estructura institucional y el desarrollo de las capacidades necesarias para localizar y restituir activos robados.
Interpol ayuda a los países a recuperar y restituir activos obtenidos de forma corrupta. Para ello, colabora estrechamente con diversos organismos nacionales, regionales e internacionales, como el Centro Internacional de Coordinación de la Lucha contra la Corrupción.
Esta institución reúne a funcionarios especializados en la aplicación de la ley de múltiples organismos de todo el mundo para hacer frente a las acusaciones de gran corrupción y ayudar a llevar ante la justicia a las élites corruptas.
La voluntad política es fundamental
La recuperación y restitución de activos de origen delictivo es un proceso complejo. Puede adoptar muchas formas diferentes, dependiendo del tipo de delito de corrupción, de cómo se inicie el esfuerzo de recuperación y de quién lo haga.
También depende de si existe una condena penal en el Estado de origen, de si se recurre a un proceso penal o civil -o a ambos-, así como de qué mecanismos legales para restringir los activos están disponibles en el Estado de destino.
El hecho de que el Estado perjudicado por la corrupción haya solicitado la devolución de sus activos robados tiene una importancia fundamental.
Sin embargo, el factor más crítico es la voluntad política. El abuso colusorio de poder es la razón más importante por la que no les pasa nada a los autores de corrupción de alto nivel y transferencia ilícita de fondos.
El propio Bangladés cuenta con la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales, que tipifica como delito el blanqueo y autoriza la confiscación de los activos blanqueados. Bangladés también ha firmado tratados de asistencia legal mutua con otros países.
Lamentablemente, el país no utiliza eficazmente ninguna de estas herramientas para recuperar el dinero blanqueado, ni durante el gobierno autocrático de Hasina ni antes. Bangladés aún no ha firmado tratados de asistencia legal con destinos populares de blanqueo de capitales: Australia, Canadá, Chipre y Suiza.
Es hora de actuar
Los principales diarios nacionales han publicado recientemente editoriales en los que se destaca la urgente necesidad de recuperar el dinero de contrabando del país. Los políticos también están planteando la cuestión a países importantes, como Suiza.
El presidente de la Asociación Económica de Bangladés ha instado a la formación de una comisión independiente para acabar con la corrupción, el blanqueo de dinero y la recuperación del dinero no declarado.
También hay impulso en algunos países de destino. Por ejemplo, la sobrina de Sheikh Hasina, Tulip Siddiq, legisladora y ministra del Partido Laborista de Bangladés, está siendo investigada bajo las normas del parlamento británico por una propiedad en Londres.
La comunidad de la diáspora bangladesí ha denunciado activamente el blanqueo de dinero y las inversiones inmobiliarias de políticos y élites bangladeshíes corruptos en varios países, y está haciendo campaña para confiscar sus bienes.
Así pues, existe un impulso y el gobierno provisional debe actuar ya. Esta es la mejor oportunidad para que el país recupere sus miles de millones de dólares en activos robados.
El jefe del gobierno interino, el laureado Mohammed Yunus, debe utilizar su prestigio internacional y su buena voluntad para solicitar a las Naciones Unidas, a la Interpol y a los países de destino que ayuden a Bangladés en este sentido.
El gobierno interino también debe impulsar tratados de asistencia mutua con los países de destino de capitales fugados más populares que faltan y convertirse en parte de la Convención de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal su Reporte Estándar Común.
Esto permitirá a Bangladés obtener las cuentas bancarias y otros datos financieros de los bangladesíes que viven en los países firmantes.
Anis Chowdhury es profesor emérito de la australiana Universidad del Oeste de Sídney y exdirector de la División de Política Macroeconómica y Desarrollo de la Comisión Económica y Social de Naciones Unidas.
Khalilur Rahman es exsecretario del Grupo de Alto Nivel del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el Banco de Tecnología para los Países menos Adelantados (PMA) y exjefe del Servicio de Elaboración de Políticas, Coordinación y Supervisión para los PMA, así como exjefe de la División de Tecnología y Logística, la División de Gestión, la Subdivisión de Análisis Comercial y la Oficina de Nueva York de la Unctad.
Ziauddin Hyder es antiguo jefe de Grupo del Banco Mundial
T: MF / ED: EG