Pov. Park Chanyeol
No es el lugar que hubiese querido para un momento tan íntimo como éste, pero tampoco es como que tengamos muchas opciones en éste momento.
No cuando el calor, las emociones, sensaciones y deseos están a flor de piel.
Quisiera que la pasión fuese una ciencia exacta, quisiera que todo el desborde de sentimientos y deseos que conllevan la pasión tuviesen un manual de como proceder.
Pues el satisfacer tus necesidades propias del hombre en cuanto al placer propio no es un problema en mi cabeza, muy por el contrario; ahora, tengo un objetivo fuera de mí, en el cuerpo de mi lindo novio.
De ése chico dulce de mirada hermosa y soñadora, de sonrisa perfecta rayando en la inocencia.
Ah! Jimin. Mi pequeño niño me has puesto en un dilema tan Antiguo como la vida, misma y tan simple como un roce.
Y no es que tenga miedo, no, no es así. Solamente quiero, que a pesar de que estamos en éste extraño lugar, pueda hacerte sentir la normalidad de un acto tan normal como el placer.
Sus manos continúan jalando levemente mi cabello, en tanto sus dedos se enredan en éste. Puedo sentir como su boca se mueve con el deseo, como sus gruesos labios se devoran con los míos. Ambos moviendo a la par nuestras bocas, como pequeños luchadores queriendo ser vencedores de una cruel, pero digna batalla.
Una de mis manos sostiene su cintura con delicadeza, en tanto la otra acaricia con suavidad su muslo. La calidez de su piel va en aumento, pues mis dígitos palpan con cuidado cada centímetro de piel, buscando el acceso a el interior de sus muslos.
Al sentir el contacto de mi mano en la parte interna de su muslo, Jimin se aparta levemente del beso. Mirando como mi mano se pierde bajo su falda. Veo, como con algo de timidez sube la falda del uniforme escolar, observando como mi mano se acerca a su entrepierna. Trago saliva al pasar uno de mis dedos por la suave y delicada prenda de color blanco, sintiendo la leve humedad de está, notando el bulto que se ha formado en esa delicada prenda se lencería que adorna su cuerpo con perfección.
— m-mi amor— digo mirando a Jimin que me observa expectante— creo que, bueno. No quiero que se manche tu ropa interior — mis palabras tiemblan ante mi indecisión de decir algo indebido— ven levántate, por favor—
Tomo su mano con cuidado ayudándolo a ponerse de pie. Veo como junta sus manitos, en tanto levanto un poco su falda y así poder introducir mis manos
— permiso — digo tratando de no sonar tan estúpido. En tanto mis manos han tomando la parte superior de su ropa interior y procedo a bajarla con cuidado, quitandola por completo.
Cierro mis piernas con algo de dificultad debido a la erección que ha crecido bajo mi pantalón. Para después tomar su cintura y ayudarlo a sentarse nuevamente.
Muerdo mi labio tratando de controlar las imágenes de mi cabeza formándose gracias a la denudez de su trasero reposando sobre mi erección.
— senpai— escucho depronto, mientras el toma mi mano, la conduce con cuidado hasta el interior de su muslo, dejándola allí. Se gira levemente, mientras puedo sentir su aliento golpear mi rostro y sus ojitos devorar los mios— toqueme, por favor. No deje de tocarme—
Dice suplicante, mientras decidido, me acomodo levemente. En tanto con rápidos movimientos he dejado arriba su falda, puedo ver la hermosura de su sexo, del lampiño pene que se alza gallardo buscando atención, mientras pequeñas gotas de presemen se hacen presentes.
Y es hermoso, tanto así que mi mano no duda en llegar hasta el, mis dedos acarician levemente sus testículos haciendo a Jimin temblar ante aquel tacto. Mis dedos comienzan a deslizarse por la extensión de su miembro acariciando las venas de éste y la dureza que se ha formado en el
— ah~~— sale un pequeño gemido de los labios de mi novio, mientras sus manitos sujetan su vientre. Siento como respira entre jadeos entre cortados debidos a la excitación.
Mi mano cubre por completo su falo apretando levemente en tanto dos de mis dedos juegan en su glande haciendo pequeños circulos que hacen a Jimin gemir un poco más fuerte — ah~~s-senpai— lo escucho decir. En tanto veo como hecha su cabeza hacia atrás, apoyándola en mi hombro.
Quedamos a unos pocos centímetros de distancia, su rostro jadeante me mira con esos lindos y tiernos ojos ahora llenos del brillo del placer. Mientras su boca esta levemente abierta con la respiración agitada.
Ah! Jimin; si así de hermoso eres con solo esta pequeñ muestra de placer, no quiero ni imaginar la hermosura que muestres a la hora de hacerte el amor.
Sonrío acercándome a su boca, la tomo con desesperación, con el deseo de beber del néctar de sus labios y el calor de aquella posesión, mientras mi mano sobre su pene comienza a masturbarlo de forma lenta, estirando y contrayendo los pliegues de su pene de una manera delicada pero marcada.
Se mueve sobre mí, su trasero desnudo se mueve tentador sobre mi erección con una vaivén para nada sutil, un vaivén tan exquisito que siento como la humedad de mi pene ha dejado completamente marcadas mis prendas.
Ésto es tan caliente, tan placentero, tan adictivo. Que permito a mi otra mano ser más curiosa, metiéndola bajo su blusa acaricio su vientre, sintiendo el calor de su cuerpo dominar mis dígitos con el recorrido que estoy haciendo, pues con caricias marcadas comienzo un trayecto sobre su piel, llegando así hasta uno de sus pezones, donde la dureza de éste me invita al tacto. Lo acarició lentamente, jugueteando con el contorno de éste y la punta de mis dedos.
— ah~~— se separa Jimin de mi beso, en tanto siento como apoya las manos en mis muslos, clavando sus uñas en aquel lugar mientras gime copiosamente y sus movimientos pélvicos se vuelven más potentes.
Y esto es hermoso, es excitante. Pues mis oídos se llenan de los sonidos más bellos que salen de la boca y cuerpo de mi novio. Me quito los anteojos lanzandolos al suelo, pues estos levemente me nublan la visión perfecta de Jimin.
Su rostro es un poema, es un digno relato y alabanza a la belleza del erotismo. Un ser tan exquisitamente excitante que es capaz de volar cada uno de tus sentidos. Camaleónico como solo él me ha demostrado serlo, dulce como un pequeño fruto en proceso de maduración, y excitante como la criatura más adorada en civilizaciones anteriores.
Estimulo aún más sus pezones, apretandolos con un poco más de fuerza y estirandolos de vez en cuando. Depronto siento una de las manos de Jimin acariciar mi entrepierna, pasear sin pudor por la humedad de mis prendas, mientras sus deditos acarician curiosos el bulto nada discreto que sus movimientos han formado. En tanto me sigo deleitando con la dureza de su pene en mi mano, y su semen bañando mis dedos lo hacen aún más excitante.
— mi amor— solo digo llevando mi lengua hasta su cuello pasándola sin ningún tipo de recato degustando el sabor dulce de una piel como la suya, disfrutando del aroma que se mete por mi nariz y nubla aún más mis sentidos.
Sigo con mis labios en aquel lugar, marcando esta vez su piel con la succión de éstos.
Todo amparado por los movimientos del pequeño chico sobre mí, su mano continua masajeando mi entrepierna esta vez un poco más desesperada y no sé si pueda contenerme mucho.
Así que acelerando los movimientos de mi mano sobre su pene me dispongo a darle término ésto. Y no porque no me guste, sino que no quiero caer en un estado primitivo del deseo y follarlo en un lugar como éste.
— senpai~~siga, por favor— dice con la voz en un hilo, mientras acelero los movimientos.
A estas alturas ambos estamos jadeantes y deseosos, mientras el gime con fuerza yo gruño como un animal tratando de mantenerse en algo cuerdo — ah~~—
Escucho como dice con fuerza, mientras puedo sentir los latidos de su pene que me indica que ésto ha acabado, pues el caliente semen sale disparado de su miembro manchando el lugar.
Sus piernas tiemblan pegadas a las mías en pequeños espasmos que lo hacen desfallecer poco a poco, cayendo agotado sobre mi cuerpo.
Regula su respiración con bastante lentitud, mientras su mirada está hacia el frente.
Dejo un pequeño beso en su mejilla que lo hace girarse, gotas de sudor caen por su frente levemente, en tanto sus mejillas están rojas. Sonríe
— g-gracias senpai— dice con esa forma tan tierna que expresa sus palabras
— de nada mi amor— digo acercándome a sus labios, lo beso con delicadeza, mientras mis manos abrazan su cintura.
Ajenos totalmente al mundo que nos rodea o al desastre que hemos hecho.
Pues en ése momento solo queremos nuestros besos, dulces, y cargados de los más maravillosos sentimientos que podamos tener el uno por el otro.
Fin del Pov.
— tu decide —
— los baños del segundo piso estaban llenos—
— ¿ y que quieres que yo haga? — dijo Baekhyun mirando al chico frente a el— están limpiando éste baño, llevo más de diez minutos esperando. Así que si quieres entrar ponte a la fila, pero te advierto que comí un sándwich de huevo y cuando entre allí explotare y no será nada lindo—
— mucha información— dijo el muchacho con cara de asco— iré a los otros baños, gracias Hyung—
Baekhyun vió como el otro chico se alejaba del lugar ¿ acaso a todos los idiotas le dió por ir al baño?.
— ¡ amor! — escuchó depronto viendo a su novia correr hasta el con un par de letreros de color amarillo— mira— dijo la chica agitada, en tanto colocaba los letreros frente al baño — los encontré en el bodega, los usan para impedir que entren a los salones, por limpieza—
— mi amor— sonrió Baekhyun besando a Chaerin— eres una genio, en serio que ya me estaba hartando de dar explicaciones a todos para que no entren. Recién acabo de decirle a alguien que tengo poco menos que diarrea—
Tomó la mano de su novia caminando un par de metros, se recosto en la pared atrayendo a la chica. De esa distancia podía vigilar la entrada del baño
— no pensé que Chan hiciera esas cosas— sonrió Chaerin— y Minie—
— son unos degenerados— sonrió a su vez Baekhyun— ojalá y terminen pronto, no pienso estar toda la mañana aquí—
— eres un buen hermano, mí amor— sonrió la chica dejando un beso en los labios de su novio— un excelente hermano—
— gracias amor— solo dijo Baekhyun abrazando a su novia.
Esperando que su hermano menor terminase pronto con sus actos hormonales.
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