POV escritora
—Lo siento señores Steele pero esos registros ya no están con nosotros. Ya tienen más de veinte años y se mandan archivar.
—Pero nos dijeron que tenían información — Carla dice desesperada.
—Y la tenemos, el nombre y la edad de los pequeños pero quienes los adoptaron no.
— ¿Entonces? — Carla pregunta triste.
—Cuando la madre superior murió, todos los archivos se cambiaron, tenemos los nombres pero no los datos de los padres adoptivos —la madre al ver a Carla destrozada les ayuda— les ayudare, buscare los archivos y les tendré información de la familia adoptiva.
Portland
— ¿En dónde está? —termina de fumar su cigarro y expulsa el humo.
—En su casa —le contestan.
—Dime como es —lo mira y deja su cigarro en el cenicero.
—Hombre de negocios, muy exigente lo que me dice su empleado.
— ¿Y su mujer?
—Ella es bonita, muy bonita, con unos ojos azules hermosos y su cabello castaño, alta, delgada.
Él sonríe y ve como su empleado le habla.
—Muy bien, veo que la has observado demasiado. ¿Está en su casa o en la empresa?
—En su casa, no ha salido.
—Bien. Vamos a ver como es el hermano de Hyde.
Luke sale de su despacho y camina a su camioneta para dirigirse a la casa de Christian.
—Voy solo no quiero que nadie me moleste, vamos a negociar y es mejor que no me interrumpan porque al que lo haga me las pagara ¿entendido?
—Como usted mande —Reynolds se va e Luke se sube a su camioneta y arranca.
Anastasia camina por el sendero que va a la casa. Suspira, dos semanas que está casada y piensa que fue el mayor error de su vida, Christian ni si quiera la mira, trata de evitarla como de lugar, se siente tan sola el que le podía hacer compañía ya no está y sin eso fuera poco ni si quiera se puede comunicar con sus tíos.
La naturaleza ha sido su amiga todos estos días, con ella es quien se ha desahogado y llorado. Va sumida en sus pensamientos que no se fija con quien choca.
—Lo siento no me fije —responde Anastasia de inmediato y cuando mira a la persona con quien choco se encuentra con unos ojos color azul, ella solo sonríe y mira a otro lado ya que su mirada es muy fuerte.
—No te preocupes —el hombre la mira y ve como ella se muerde el labio— yo iba distraído y no me fije, no me he presentado soy Luke Sawyer—le tiende la mano y Anastasia la toma.
—Yo soy Anastasia Lincoln de Grey.
—Qué bonito nombre —él le dice— ¿y dime Anastasia que haces aquí?
—Yo vivo en esta casa —le contesta ella.
—No, estas tierras ya son mías, colindan con las de “la bonita”.
—Hay perdón yo no sabía, lo siento.
—No te preocupes, tú no sabías ¿y dime que te trajo por aquí?
—Vivo con mi marido, tenemos poco que llegamos y me gusta recorrer estas tierras, pero si te molesta no lo vuelvo hacer — Anastasia responde rápido, Luke sonríe.
—Puedes venir las veces que quieras — Luke mira hacia el cielo— ya está empezando a obscurecer y los caminos por aquí son un poco peligrosos, ¿vamos te llevo a tu casa? — le señala la camioneta.
—Si —le sonríe— y gracias —él le abre la puerta y la cierra, se sube el y arranca a la casa de Christian.
—Llegamos — Luke le comenta y se baja para abrirle la puerta— espero y no te haya aburrido — Anastasia solo sonríe— venía a conocer a tu esposo que no tenía el gusto pero vengo en otro momento porque por lo que veo tienen visita —señala la camioneta que esta estacionada— fue un gusto para mi conocerte Anastasia.
—El gusto fue mío — Anastasia se despide y camina hacia la entrada.
— ¿Cómo que mi mujer no está? —Menciona Christian— les dije que no la dejaran sola.
Christian estaba furioso, no podía permitir que Anastasia saliera más allá de la casa y se comunicara con su familia. No podía hacer tanto escándalo ya que adentro se encuentran Raymond y Carla y no podía mostrar que su matrimonio solo era una mentira y que no se llevaba para nada bien con su esposa.
—Patrón la señora ya viene —le dice Katherine.
— ¡Donde diablos estabas! —Christian le grita perdiendo la paciencia— te he estado buscando como loco— mira que detrás de ella hay una camioneta— vaya tan rápido conseguiste “amigos”.
—No estoy para tus escenas — Anastasia le contesta— me voy a dormir.
—No puedes —ella frunce el ceño— tenemos visita querida y como señora de la casa debes de recibirlos.
Anastasia lo mira serio y camina hacia la casa con Christian detrás, al llegar a la sala se encuentra con una pareja.
—Mi amor —dice Christian detrás de ella— te presento a unos amigos, Raymond Steele —el hombre le extiende la mano—, y su esposa Carla Wilks —igual que su esposo le extiende la mano y Anastasia la toma— ella es mi esposa Anastasia Lincoln.
—Eres muy bonita — Carla le dice, se llama igual que mi hija, piensa Carla, cuando ambas se toman de la mano hay una conexión entre ellas.
—Pasemos a cenar —comenta Christian quien ve lo que hay entre ellas y sus dudas son aclaradas, madre e hija están frente a frente y ellas ni si quiera lo saben.
Christian veía todos los movimientos que Anastasia hacia y como Carla a veces la miraba, era un tema que ellos tendrían que hablar. Él sabía que ellos habían perdido a una hija y que llevaban años buscándola. Era Anastasia aquella mujer que él estaba dispuesto hacerle daño, en el ya no había dudas.
— Anastasia ¿te gusta el pueblo?
Ella mira a Christian y este solo se dedica a comer, sabe muy bien que no la ha dejado salir.
—Aun no lo conozco —ella responde— he estado enferma y no he podido visitarlo, lo que sí es la casa y esta hermosa, y he de imaginar que el pueblo igual.
— ¿Estas enferma? —pregunta Carla, su hija lo estaba, de pequeña su hija sufría de asma.
—No — Raymond ve como su mujer le pone mucha atención, el ya no se hace tantas ilusiones como ella, puede ser solo coincidencia del nombre se dice para sí mismo.
—Señor —Katherine interrumpe— es una carta para la señora Anastasia.
Christian asiente, sabe que no puede poner caras, el la toma y se la entrega a Anastasia quien la toma y al ver quien la escribe sonríe.
—Es de mi tío —Christian solo asiente.
— ¿Tu tío? — Carla pregunta dudosa— ¿tus padres no te escriben?
—No, ellos murieron cuando yo tenía tres años, mis tíos fueron quienes me cuidaron y criaron como su hija. Mi tío Ricardo y mi tía Elena han sido como unos padres para mí.
Carla al escuchar ese nombre suelta su cuchara y mira a Raymond. No eso ya era mucha coincidencia. Christian se da cuenta de todo e interviene.
— ¿Te encuentras bien Carla?
—Sí, perdónenme, necesito descansar.
—Claro —llama a Katherine — llévenlos a su recamara por favor.
Ambos ven como se retiran y ella suspira. ¿Por qué esa señora se había puesto tan mal cuando le dijo el nombre de sus tíos?
— ¿Dije algo malo? — Anastasia le pregunta a Christian y este niega.
— Carla sufre del corazón y estar mucho tiempo ajetreada y el cambio de horario le afectan, no te preocupes, mejor háblame de tu amigo.
—No es mi amigo — Anastasia dice entre dientes— el señor Sawyer fue tan amable de traerme a la casa, eso es todo y si no me quieres creer me da lo mismo —se levanta y avienta la servilleta— ya se me fueron las ganas de cenar.
— ¡Anastasia! —le grita Christian pero ella no le hace caso y se marcha a su recamara.
Este la sigue y está a punto de entrar pero sabe que si lo hace le dirá cosas de las que se podrá arrepentir, mejor decide esperar a mañana, ahora lo que le importaba es como Ricardo se había enterado de que ellos estaban en Portland. Anastasia no había tenido comunicación con ellos en las dos semanas y por otro lado Susana no lo dejaba de molestar.
Anastasia se acuesta en la cama y decide ya no llorar más, mira su anillo.
—Fue un error —se dice a si misma— jamás debí de casarme contigo Christian Grey ¿Qué pecado estoy pagando?
Seattle
— ¿Qué tienes Ethan? —Mia deja los papeles en el escritorio y mira a Ethan— ¿es Anastasia verdad? —le pregunta, aunque ya sabe la respuesta y le duela.
— ¿Por qué se casó Mia? ¿Por qué con él? Te juro que he tratado de ser fuerte pero no puedo, no puedo la amo como nunca amare a nadie —una lagrima corre por su mejilla.
.
—Gia — Alicia la saluda— perdón por llegar tarde.
—Stephan me dijo que necesita más dinero para ocultar tu engaño sobre la enfermedad.
Alicia la mira — ¿Qué? Si le doy más de lo que me pide.
—Tu tío pregunto qué porque no te puedes recuperar con los tratamientos. Tu tío está pensando en buscar otro especialista y si lo hace se dará cuenta que todo es una farsa y que la enferma es Anastasia y no tú. Así que piénsalo, que disfrutes de tu desayuno.
Gia se levanta y Alicia la mira.
—No esto no me puede estar pasando, debo de casarme con Ethan cuanto antes.
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