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Mi sobrina y yo, pillados por mi Novia [P.1]

Mi sobrina y yo, pillados por mi Novia [P.1]

Prólogo

Para los que no me conocen y tampoco han leído mis primeros relatos, le cuento que desde hace algunos años, precisamente desde el 2017, comencé un relación inces.tuosa con Celine; mi sobrina de 16 años. A pesar de que la mayor parte del año no nos vemos, debido a que ella vive en otra región, aprovechamos de desatar todas nuestras pasiones durante sus vacaciones de verano, cada vez que ella se queda a alojar en mi casa.

Lógicamente, tratamos de mantener nuestra relación siempre en secreto, producto de todo lo que un hecho así conlleva. Pero un día, a pesar de lo discreto que siempre fuimos con mi sobrina, mi novia terminó por descubrirnos. Sobre esto, es lo que quiero pasar relatarles a continuación.

1

Todo comenzó el último fin de semana de Enero de 2019, cuando fui a esperar a Celine al Terminal de Buses de Santiago. Pasamos una linda tarde juntos, como una pareja de amantes que mantienen una cita después de mucho tiempo. Solo faltó llevarla a un motel para terminar la jornada como correspondía, pero por el hecho de que no admiten a menores de edad en estos lugares, con mi sobrina preferimos no hacernos problemas y aguantarnos la calentura.

Cuando comenzaba a caer la noche, finalmente llegamos a casa para compartir junto a mis padres. Pasadas unas horas, cuando ambos se fueron a dormir, yo me metí al dormitorio de Celine con la intensión de poder realizar todas las cosas que habíamos planeado durante el día.

Como mi sobrina siempre ha sido muy complaciente conmigo y sabe darme en el gusto, me contó que llevaba usando el mismo calzón hace dos días y estaba esperando hasta ese momento para poder entregármelo. Yo se lo bajé para revisarlo de cerca y por el rico olorcito que emanaba de su panocha, me di cuenta que lo que me decía era verdad.

Después de culear durante un largo rato, le pedí que se colocara nuevamente el calzón y que le diera más días de uso. Quería que me lo dejara más sucio de lo que ya estaba, así como solo ella los sabe dejar.

2

Al día siguiente, con Celine nos levantamos como si nada hubiera pasado entre nosotros y comenzamos la jornada de manera normal. Ya por la tarde, luego de almorzar, recibí una llamada de Belén; mi novia. Quiso avisarme que por la noche llegaría de la playa y que vendría a quedarse en mi casa. Como llevábamos varios días sin vernos, lógicamente la noticia me alegró y la idea de tenerla a ella y a mi sobrina alojando en mi casa no me preocupó.

Cuando Celine se enteró de que mi novia se quedaría en casa, su actitud cambió y empezó a comportarse como toda adolescente mimada y consentida, a la que no le dan en el gusto.

– Pero para que se enoja mi bebé? Acaso querías que le dijera que no viniera? – le pregunté intentando cambiar su estado de humor, pero fue para peor.
– No he dicho nada y no estoy enojada! – me respondió con la cara larga, dándome la espalda.
– Entonces cambia esa carita! – le pedí mientras me acercaba a ella para tomarla por la cintura y apegarme a su cuerpo.
– No me abraces así!, que puede venir mi tata y nos puede ver! – me regaño, escabulléndose de entre mis brazos.
– Ah ya! Haz lo que quieras entonces. Chao! – le dije moles.to por su actitud.

Luego de ese breve cruce de palabras, salí de casa en busca de Belén. Si bien me disgustó la forma en cómo reaccionó Celine, en cierto modo la entendía. No obstante a eso, apenas comenzó nuestra aventura, las cosas habían quedado claras entre ambos y ella estaba consiente que para mí siempre sería la número dos, después de mi novia.

3

Por la noche regresé a casa junto a Belén y la comunicación entre ella y mi sobrina, a pesar de ser corta, fue cordial.

A eso de las dos de la mañana, nos fuimos todos a dormir. Intenté darle las buenas noches a Celine, pero ella seguía enfadada conmigo y su respuesta fue bastante fría. Por otra parte, Belén estaba demasiado cansada debido al viaje que hizo desde la playa y pese a que comenzamos a juguetear y a calentarnos un rato bajo las sábanas de mi cama, el sueño que tenía era mayor a las ganas de follar.

– Amor, lo siento, pero ya no doy más – me dijo mientras intentaba mantener sus ojos abiertos.
– Bueno, duerme entonces. Pero mañana no te quejes si te despierto con unas buenas chupadas de zorra – le dije mientras frotaba mi erecto pene por entre sus nalgas.

Cuando me di cuenta, mi novia ya estaba dormida, así que seguí jugando con su culo por un rato más. De tanto frotar la cabeza de mi pene sobre su húmedo ano, estuve a punto de correrme encima de ella, pero finalmente me contuve para no ensuciarla.

Como hacía tanto calor, típico de las noches veraniegas en Santiago, Belén estaba durmiendo solo en colaless y una polera suelta y escotada. Por lo mismo, era demasiado tentador tenerla a mi lado y se me hacía imposible no calentarme al observarla. Luego de unos minutos, decidí levantarme para ir a tomar un poco de agua.

Al momento de salir de mi pieza, logré ver justo a mi sobrina saliendo del baño y caminar en dirección a la cocina. Yo caminé tras ella, disfrutando como se le movía el culito con cada paso que daba. El pijamita corto de “Minnie Mouse” que llevaba puesto, la hacía verse inocente, pero al mismo tiempo muy provocativa.

Justo cuando Celine estaba llenando un vaso con agua, se dio cuenta que yo también venía entrando a la cocina, pero no me dijo nada y con su cara seria, continuó parada frente al lavaplatos. Yo me acerqué, tomé un vaso y me puse detrás de ella, colocando mi abultado paquete justo encima de su culo. Mi erección era evidente, así que ella lo sintió de inmediato.

– Permiso bebé, también quiero sacar un poco de agua – le dije mientras hacía presión sobre su no tan grande, pero redondo trasero. – Tengo demasiada sed! – continué diciendo en voz baja, por encima de su cabeza.
– Si, es que hace mucho calor. Por eso me levanté – dijo. – No me podía quedar dormida – se quejó antes de empezar a beber el agua de su vaso y sin inmutarse por lo apegado que estaba a ella.

Por la forma en que me habló y por su reacción supuse que ya no estaba enojada o que al menos la situación en la que estábamos, no le desagradaba.

Metí mi mano dentro de mi calzoncillo y saqué mi pene al aire para comenzar a frotarlo sobre su culo, pero por encima de su calzón.

– Entonces vamos a tu pieza un ratito. Yo te hago compañía hasta que te quedes dormida – le susurré al oído, sin parar de frotar mi verga sobre sus nalgas. Estaba tan caliente, que por un momento pensé en culearla ahí mismo en la cocina.
– Tío no! Nos pueden pillar! – dijo. – Acaso estás loco? Qué te pasa?! – preguntó exaltada, pero en voz baja. Enseguida se dio media vuelta y agarró mi pene con una de sus manos.
– Es que mira como estoy de duro por ti, mi bebé – dije levantando mi camiseta y bajando un poco más mi calzoncillo. – Vayamos a tu pieza! – insistí.
– Pero si la Belén debe estar esperándote! – me reclamó mirándome fijo a los ojos y apretando con fuerza mi pico, como intentado demostrar que eso la moles.taba.
– Dejémosla esperando nomás. Aparte que tú eres la invitada de honor en esta casa – le dije agarrando su carita. Luego acerqué mi boca a la suya y la besé.

Preferí mentirle y no decirle que mi novia se había quedado dormida. Con lo último que le mencioné, quise que se sintiera especial e importante para mí, lo cual resultó ser muy efectivo.

Después de besarnos por unos segundos, Celine aceptó mi propuesta y me tomó de la mano para que la acompañara a su habitación.


Continúa...
Published by Pakete_enamore2
2 years ago
Comments
1
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Duroprieto 2 years ago
Lo mas morboso el inserto 
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